lunes, 23 de junio de 2008

RADICAL Alcalá de Henares 1995

Había que estar allí para explicarlo. Hoy me comentaron la existencia de este vídeo y tenía que expresar cual ha sido una de las mejores fiestas, y esta fue sin duda una de ellas. Que domingos.



Tanto tiempo esperando

Desde que tengo uso de razón llevaba esperando ver a la selección española en unas semifinales de un torneo internacional, ayer por fin el sueño de una nación se vio cumplido. Sin embargo 16 millones de telespectadores nos quedamos sin ver en directo la auténtica celebración de los jugadores, la alegría de un país expresada en los abrazos de los auténticos protagonistas. La cadena Cuatro no tardó ni 2o segundos en irse a la maldita publicidad, y yo me pregunto si esos anunciantes primero no son gilipollas, pues no creo que mucha gente se fijase en ellos sin antes abrazarse, gritar o saltar de alegría, y segundo no son algo cabrones al permitir y facilitar que los españoles nos quedaramos sin ver el abrazo al que se dirigía Cesc al materializar el penalty.
Que quede patente mi malestar para con la cadena, y para con los anunciantes, a los que no nombro porque yo, estaba gritando, de alegría, de euforia, y si supiera cuales fueron, los recomendaría para un boicot comercial, como tan de moda está, y resultante es.
Por otro lado, como amante del fútbol, y aunque España sea eliminada en la siguiente ronda, yo me siento tan satisfecho por haber eliminado a Italia, esa tetracampeona mundial de un deporte al cual ni siquiera juega, pues no olvidemos que consiste en marcar más goles que el contrario.

miércoles, 18 de junio de 2008

Luces en el camino

Caminas buscando una luz, una guía que apoye tu errante andar.
Encuentras luces en el camino que algo te han de indicar
las sigues y persigues, no vaya a ser que te dejen de alumbrar.
Tres luces veía, más se acaban de apagar.
Y es que amar no es más que el cálido percibir
las luciérnagas de la noche de verano aún por vivir.


Trilogía Yoji Yamada.

El ocaso del samurai
La espada oculta
Love and honor

Imprencisdible para un amante del cine y de la vida.

jueves, 12 de junio de 2008

mínimos días revueltos

No hace falta asomarse a los telediarios para observar la inestabilidad económica y sus consecuencias, como el apoyo fundamental del sistema capitalista mundial que es el petróleo vuelve a revolver las economías nacionales, y ¿es qué no aprendieron nada desde el 73?
Parece ser que no, igual que no siguen haciéndolo al hacer oidos sordos ante tantos problemas sociales y mediambientales, sigue interesando más llenarse los bolsillos y participar del sistema pues es la democracia quien lo sostiene, no hay problema chico, es el gobierno de todos los que creen a pies juntillas las obsoletas y desusadas ideologías de los principales partidos democráticos, que son los únicos con la financiación-plubicitación necesaria para concurrir en unas elecciones con un sistema electoral del que riéte tú, para el siglo que hoy corre.
La gente, mediatizada, acapara supermercados y llena tanques con la misma facilidad con la que por otro lado le quieren colar una ley por la cual podría haber una jornada laboral de 65 horas semanales, eso si, siempre pactada entre empresario y trabajador, pues siempre es más barato que contratar a otra persona o que pagarle a tu empleado sobreexplotado las horas extras correspondiente a su precio correspondiente, y eso ante la crisis que se avecina no le viene mal al empresario, que puede decidir pactar si o si ese tipo de relación laboral ateniéndose al sufrido "o lo tomas o lo dejas, otro lo ocupará" tan usado en las últimas décadas.
Tantos derechos luchados a través se la historia para que los sistemas económicos y algunas personas que tienen a la humanidad como palabra para limpiarse el culo puedan acabar con ellos, la aventura del derecho luchada a través de tantas guerras, con tantas muertes individuales, puede ser en vano si no se sigue luchando por ellos, pues los derechos del hombre no están garantizados, pues no existe un derecho natural, universal y esta es la razón por la que no debemos dejar de luchar por ellos, por ello, hoy los derechos que exigen los transportistas, también son mis derechos, a pesar de la infinidad de división que plasma la configuración laboral sindical de las sociedades democráticas actuales. Ojalá lleguase a pasar hambre por una gran huelga, pero el aparato democrático, que ha de salvaguardar a los ciudadanos no lo permitiría, represión ante la manifestación y respeto de mínimos, y mis mínimos, ¿están ahora respetados, cuando me quedo sin trabajo por exigir que se respeten mis mínimos establecidos por convenio, o cuando tengo que vivir en un piso compartido con dos compañeros porque ni alquilar un estudio uno puede? Yo por mi parte ya me he comprado mi bicicleta, espero no trabajar muy lejos, que no hace falta irse a la puñeta, y trabajar en el primer trabajo donde se respeten mis derechos por un convenio, aunque lo considere injusto, como lo hago con todos.

viernes, 6 de junio de 2008

comienzo y final inseparables

DESDE LA OCCIDENTALIZIDAD MÁXIMA EUROPEA



Hoy es un día de finales y sin embargo también lo es de empezar de nuevo, o ¿sería mejor decir de continuar? Termino el curso y sin embargo tengo que seguir estudiando lo que dejé para septiembre, termino el trabajo duro pero he de continuar mendigando curro. La vida es un continuo y seguimos dotándola culturalmente de principios y fines, de tiempo sesgado, siempre que hay un final se presupone otro comienzo, aunque sea simple transformación. Espero al menos ahora continuar escribiendo con más asiduedad.