domingo, 22 de noviembre de 2009

Por un puñado de votos

Esta semana el partido que gobierna va a aprobar la ley de economía sostenible y sin embargo tras lo visto en la puesta en escena del mitin de esta tarde, éste no parece que concuerde con su ideología de sostenibilidad, pues que yo sepa es carísimo hacer un mitin y más hacerlo de proporciones televisivas como el susodicho.
Claro que un puñado de votos bien vale una incoherencia, y como la trasposición del modelo americano triunfa en europa, pues a americanizarse a la española, es decir paupérricamente, pues lo que he podido ver deja un sabor a televisión local que a lo único que puede aspirar es a la pérdida de prestigio, al menos entre instruidos del medio. Los mensajes, sin embargo, no varían, sigue siendo eficaz no decir nada compremetedor o hacerlo falto de contenido, pero ahora embellecido por un sistema estelar, a la izquierda, nada de presentadores o reporteros de reconocido prestigio. Pero señores, entérense, en el circo de la televisión son los payasos y domadores quienes dominan las audiencias, sólo hace falta echar un vistazo a las audiencia o preguntárselo a Vasile, por tanto, si copian, haganlo bien, no sean como aquél cazurro niño que en clase suspendía aún copiando.
Pero fuera de la necedad de los responsables de comunicación, es necesario señalar el peligroso camino que echa a andar la política cuando quiere convertirse en plano total, no sólo de palabras, ahora también de imagen. Cada vez cuenta más el acercamiento político a los campos de marketing para allí conquistar ese puñado de votos que acercan al ansiado poder, y este endosamiento pasa por esa visión cuasipublicitaria de lo político, donde eslóganes, técnicas de comunicación y difusión suplen cualquier intento de discusión racional, hoy día el mensaje político suele ser unidireccional, hacia ese camino previamente marcado sin fisuras al que cuando se le quiere contestar ya es demasiado tarde por haber pasado de actualidad.
Un partido, pretendidamente de izquierdas, debería de luchar por la igualdad de condiciones y oportunidades en el debate político y no caer en la trampa de absolutizar dicho debate, aún a riesgo de perder un puñado de votos y algo de la poca coherencia que les queda.

martes, 10 de noviembre de 2009

¿Entrevistas irreverentes? Florentino y "los Manolos"

Nuevamente hablando de fútbol, sintomático de la falta de interés política que suscita la realidad que transmiten los dirigentes y los principales partidos políticos y sus particularidades (sólo se hable de su máldita corrupción). El tema viene tras la polémica entrevista que "los Manolos" hicieron este mediodia al presidente del Real Madrid, el cuál se fue de allí calificando la actuación de estos populares periodistas como una grosería, al no permitirle expresarse con total libertad, lo cual me parece un violación de uno de los principios del diálogo. Sin embargo la entrevista rebosa un espíritu muy televisivo, muy de show, y para ello valga de muestra la idiosincrática pizca humorística que día tras día emite dicho informativo deportivo. El enfoque es totalmente disgresor, lejo de convencionalismos y a pesar del tratamiento menos jovial del mayor, la cantidad de preguntas intentando comprometer en las respuestas es paradigmático de esa falta normativa que a veces se hecha de menos en el periodismo actual ,donde todo está demasiado teledirigido bien por el formato, bien por la ideología editorial. Pero esto no reivindica que al entrevistado no se le deje hablar como de hecho ocurre en una gran parte de la entrevista, una cosa es cortar una respuesta por considerarla supérflua e intentar que el interlocutor varíe su argumentación o no convierta la perífrasis en norma y otra muy distinta es querer que diga lo que tu pretendes oir. Es difícil el oficio si uno se sale de las normas establecidas, pero ¿acaso es posible el oficio periodístico establecido en unas normas que no permiten ir más allá al periodista pero hasta el infinito al entrevistado?