Publicidad descubierta

Llevo observando una desconsideración importante en las series españolas al poner al descubierto, mediante una desmesurada focalización en los productos resaltados, incluso con su correspondiente plano corto, y sin su correspondiente aviso gráfico, la más dañina publicidad al espectador, la que desvirtúa la ficción introduciéndose en ella misma, sin aportar dramáticamente nada serio y coherente a la trama o personajes y saltándose a la torera la legislación en lo que a emisión de publicidad se refiere. ¿A qué podrán aspirar tales series frente a la nueva y potente bien configurada industria norteamericana que hoy por hoy nos ofrece la mejor ficción del mundo audiovisual, y los pobres guionistas que ven su talento coaccionado o al menos malgastado ideando sútiles experiencias productivas?

No hay que ser un lince

A veces me pregunto si la Iglesia y sus encargados se preguntan a si mismos antes de emitir sus particulares campañas publicitarias. Puede ser que piensen que se hacen y nos hacen un favor con tan flagrantes equiparaciones como la que en estos días tiene lugar, como si no tuvieran otro tipo de argumentos, se echan encima la carga de la incredulidad, del chismorreo y de la popularidad con tal de encontrar potenciales targets en el mediatizado mundo en el que vivimos, con la esperanza de que su no mensaje siga prosperando idiotamente entre libres consumidores, no hay que ser un lince para diseñar tan eficaz publicidad para inéptos mentales, si para argumentar con razones.

Iniciativas

Falta hacen buenas iniciativas, y la de este peculiar "ladrón" me parece una de las grandes, a pesar de lo que todo ella conlleva. Si el modelo económico del bienestar social basándose en la racionalidad de la eficacia nos lleva a las posiciones irracionalistas que trístemente vemos todos los días en las noticias (muerte por inanición en el siglo XXI, privación de derechos humanos, inmigración ilegal, corrupción por doquier...) no veo, no he visto, pero quiero ver cambiar las reglas del juego, no puede ser que señores que lleven toda la vida engañando a otros mediante su refinado sistema mafioso, aunque vigéntemente legal, sean considerados no sólo los sustentadores del sistema, sino incluso buenas personas y sin embargo, por ejemplo, un cultivador de marihuana que no disfraza su producto, pues es natural, o una persona que no naciera en un determinado área geográfica y no posea un determinado papel sean considerados ilegales, incluso malas personas.

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/03/16/barcelona/1237204465.html

http://www.17-s.info/es

Lo que aún ando preguntándome es porqué encontré la información en El Mundo y en El País no he encontrado nada a primera vista. Jeje... lean, saber es conocer...