Hoy hace una semana de la fecha que supuestamente cambiaría el mundo, corresponsales de todo el mundo obsevaban como un hombre de color llegaba a la presidencia de EE.UU. y sin embargo, parece ser esta la semana en la que realmente se refunde el mundo, en el gran encuentro que tendrá lugar el sábado, en Washington. Se habla de la refundación del capitalismo, de un nuevo Bretton-Woods desde el cual han de salir las guías que rigan el mundo propuesto nuevamente por los poderosos, sólo que ahora son más e incluso se encuentra aún con dificultades España (G-20). Y sin embargo, nuevamente, no está el presidente electo del país anfitrión que será quien luego decida.
Que la crisis necesita medidas urgentes no cabe duda, pero de ahí, a realizar precipitados apaños sin la total representación de todos los agentes expuestos me parece de una grosería mezquina que atenta contra la inteligencia.
Nada, chico, nos tomamos unos cafelitos y apañamos el mundo en un finde (joder! no habré yo arreglado el mundo con mis amigos los findes de copas redondas ¿pq no seré político?)
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