Las cosas en cierta medida siempre retornan, esta es una afirmación que últimamente ha atravesado mi pensamiento y que en esta madrugada vacacional al son de los acordes de la primera música electrónica por mi idolatrada vuelve a resurgir al vislumbrar el triste panorama internacional, vuelve a sonar New Order en la carretera de Barcelona y un nuevo golpe militar acaba de asomar, escucho la sonoridad de Erasure y los hijos de la revolución quiere volver a ser los niños que Neda ya no engendrará. Peter Schilling también se acerca de nuevo a ser el que purgue el cierre bajando la gran bola del interior de Radical al igual que Madoff paga por todo el indemne sistema. Incluso Depeche Mode aún quiere sonar como el éxito cosechado por la mochila vallecana nuevamente leído. En el templo de la música Interfront releva a Megabeat en un acertado encabalgamiento producido por la expertas manos de un no cualquier dj sin embargo existen otros desacertados relevos fabricados mediante masivas revelaciones de ignorantes pinchadiscos. Ahora me gustaría retornar a mi casa, recoger los walkman y tras poner, bolígrafo mediante, la cinta en su correcto punto volver a oir aquella sesión de radio, ese programa Danzad,danzad malditos y así embriagarme con su música para retornar al mismo sitio del que parto ahora pero con la cadencia disciplinada por el baile que comencé años atrás, con mi esencia retornada y transformada al igual que le ocurre a mi apariencia del menor Jackson cuyo Billie tenía su final asegurado en el retorno de las luces de mi aprendida y desprendida bola de cristal.
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