Recientemente he vuelto a sentir las colateralizaciones del mayor sentimiento humano, sin embargo mi alma no estaba abierta a tales significacines, demasiado poderosas para una mente enclaustrada en sus propias antinomias, en sus solitarios devanios sin más práctica afectuosa que las palabras de algún familiar o algún buen amigo. Recientemente quiero abrir el campo de mis significaciones, abrir mis sentimientos hacia ella, navegar en las corrientes de la fogosidad, del desequilibrio, hilvanar momentos compartidos y merecer lo que ahora añoro. Sin embargo no hay actividad humana que no sucumba ante la práctica, no existe negocio que primero no sea practicado virtuosamente, y yo la labor del amor parece que hace tiempo que no la visito y ahora que necesito volver a trabajarla no poseo las herramientas, mi lenguaje y mi disposición no son las correctas, veo llegar el fracaso mucho antes de comenzar, anoto cada gesto como si fuera único e inequívoco de la personalidad que me va a traicionar, maldigo porque he de ser yo el que empiece a jugar y a descifrar lo que el futuro nos quiere deparar.
Olvidarse del amor es un gran mal, y mi soledad aún lo puede empeorar, sin embargo espero poder fracasar, es la única receta que me puede salvar.
Olvidarse del amor es un gran mal, y mi soledad aún lo puede empeorar, sin embargo espero poder fracasar, es la única receta que me puede salvar.
1 comentario:
Carajo amigo, para el amor no hay ni herramientas, ni trucos, ni experiencia. El cuore es el único que sabe trabajar sólo, sin aprendizaje alguno.
Abrazos
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