martes, 8 de septiembre de 2009

Observaciones astronómicas chavistas en Venecia

Hace cuatrocientos años un óptico holandés despertó en Venecia el ingenio de Galileo, hoy dicha ciudad activa mi mirada ante la desmedida acogida en su roja alfombra al último "actor" de Oliver Stone. Que un personaje como Chávez atraiga la mirada del cine no es nada extraño, que sea incluso ovacionado en el interior de esa industria, me parece ciertamente reprobable, claro que en ello influye mi concepción cinematográfica y artística en general. Sin embargo, gran parte de la culpa no hay que atribuirla al mundo del cine en sí y si a esa parte promocional tan necesaria para las ganancias. Si hoy Galileo observara el firmamento cinematográfico no podría llegar a ser ni la mitad de revolucionario que fue al usar instrumentos tan manipulados como las falsas apariencias salvadas por las viejas teorías. Su condena sería la misma, acatar y palidecer.

No hay comentarios: